Ha llegado el momento que tanto esperaban como pareja, se han mudado a vivir juntos o están por hacerlo. Ya están hablando de lo lindo que será despertar juntos a diario, de cómo acomodarán los muebles y decorarán las habitaciones… pero la emoción de este nuevo paso a veces nos puede cegar a la realidad: vivir juntos es un reto de adaptación para la pareja.
Es imprescindible hablar de estos puntos principales y llegar a acuerdos antes de mudarse o en el proceso de hacerlo:
- Tareas del hogar. Seamos honestos, aunque podamos tener a alguien quien nos ayude, las tareas del hogar nunca terminan, así que es súper importante que hablen de quién se encargará de qué tarea, cada cuándo se turnarán las tareas y la periodicidad de éstas.
- Money, money, money. El dinero suele ser un tema incómodo a tratar con cualquier persona, pero infortunadamente siempre será un factor en nuestras relaciones. Como sea que hayan llevado la cuestión económica anteriormente esto va a cambiar y es uno de los primeros temas a tocar. Conversen sobre sus ingresos y egresos personales, sin penas u omisiones y con plena confianza en el otro, así podrán hacer un presupuesto de gastos de la casa, gastos compartidos y gastos personales. Ya será su decisión cómo repartir esos gastos, pero recuerda que en cuestión económica es mejor tener un presupuesto y un plan de contingencia, que la improvisación o evasión del tema.
- Horarios y rutina. Hablar sobre los horarios de comidas, sueño, baño, cuidado personal, llegada, etc. es también muy importante para que la convivencia fluya; puede parecer algo irrelevante, pero a la larga son detalles que si se complican, puede terminar en una gran avalancha de problemas. Recuerda que cada quién tiene un horario para hacer su rutina y ahora que vives o vivirás con alguien, es imperativo que se hagan acuerdos para que ambos puedan hacerlas sin incomodar al otro.
- Espacios. Es probable que al inicio quieran estar todo el tiempo juntos, pero como seres humanos tenemos la necesidad inherente de contar con un espacio sólo para nosotros y llegará un momento en el que vayan a necesitarlo. Hablar y acordar un espacio cómodo para que cada quién pueda despejarse y estar consigo mismo les ayudará a que la convivencia no se torne tediosa y que incluso tengan espacio y tiempo para poder respirar cuando haya roces, discusiones o cansancio por factores externos.
- Visitas y salidas. Acordar la frecuencia de las visitas y salidas importantísimo para que el otro se sienta a gusto en su propia casa. Ya sean visitas de familia o amigos, salidas en pareja o por su cuenta, hagan acuerdos sobre cómo se llevarán a cabo, siendo flexibles para que la libertad de ambos se mantenga.
Por más amor que exista, la convivencia diaria puede llegar a ser difícil (sólo recuerda cómo te peleabas con tus hermanos, papás o tíos), las claves son la paciencia, empatía, conversar y hacer acuerdos; teniendo en mente que conforme pasa el tiempo a veces ciertos acuerdos ya no son vigentes, así que tendrán que estarlos renovando y/o adecuando constantemente. Poniendo en práctica esto, verás que superarán este reto de adaptación, fortalecerán la relación y harán una convivencia constructiva y amorosa en el día a día.
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